Mi filosofía docente

Para mí, la docencia es el arte de compartir conocimientos sobre un tema específico. El sentido de la docencia no es el conocimiento en sí mismo (aunque este es su eje) sino la creación de los canales de comunicación a través de los cuales éste fluya de manera natural despertando la curiosidad y el interés de los individuos hacia los cuales va encaminada la labor docente; además de lograr en su sentido más ambicioso que éstos se apropien de dicho conocimiento y adquieran la capacidad de generarlo.

Para que haya un buen flujo del conocimiento deben existir tres componentes principales: un emisor, un mensaje y un receptor o conjunto de receptores entre los cuales el conocimiento va y viene no necesariamente de manera unidireccional, intercambiándose en algún momento los roles y convirtiéndose los receptores en emisores y viceversa siendo la única constante la existencia de conocimiento entre ellos. En muchos casos esta información deriva de experiencias anteriores en las cuales los individuos lograron hacer suyos ciertos conocimientos que enriquecen su situación actual.

De tal manera, los alumnos lejos de ser simples receptores de información se convierten en los actores principales en la orquesta enseñanza-aprendizaje, en la cual el papel del docente no recae en tocar todos y cada uno de los instrumentos, sino en dirigir los sonidos que los alumnos aportan a partir de los instrumentos que conocen para conseguir un exquisito concierto de información.